La página web, una herramienta esencial para la empresa.

Hace tan solo unos años, eran pocas las pequeñas y medianas empresas que contaban con su propia página web. La creación web era difícil, y la presencia en línea estaba limitada a las grandes compañías que podían permitirse destinar una parte de su presupuesto a ella. Sin embargo, en los últimos años esta percepción ha cambiado, y es muy raro el negocio que no está en internet.

Actualmente el tamaño de la empresa no tiene importancia. Para un cliente, saber que existe este canal de comunicación y que se puede poner en contacto a través de el, genera seguridad y transmite confianza. Los teléfonos pueden no atenderse y las tiendas tienen un horario de atención al público, pero un negocio que está en internet está abierto veinticuatro horas al día, siete días a la semana.

La página web es en muchos casos una tarjeta de presentación de la empresa, pues es usual que los consumidores consulten primero en los buscadores antes de realizar alguna compra o ir físicamente a la tienda. Así, una página mal hecha, lenta o simplemente poco atractiva, puede echar para atrás a posibles nuevos clientes. Mientras que un diseño llamativo y una navegación orientada al usuario consiguen fidelizar al consumidor.

Hoy en día, gracias a internet encontramos servicios que logran que la tarea de crear una página web deje de ser terreno de expertos. Lo que significa que podemos tener nuestra propia web sin necesidad de tener conocimientos de diseño o lenguajes de programación, gracias a sus plantillas.

Es por esto que la creación web está al alcance de cualquiera. Y si eres un emprendedor ésta no te puede faltar, ya que un negocio no puede ser menos. Tener una página profesional es ahora más fácil que nunca, y sobre todo una empresa pequeña o que esté empezando no puede permitirse el lujo de no estar en la red.

Una página web profesional puede hacer a un negocio pequeño competitivo, con una imagen comparable a una gran empresa del sector. La imparcialidad de la red hace que, de entrada, el usuario no sea capaz de distinguir si la página pertenece a una gran superficie o a un pequeño empresario, lo que es una ventaja para los comercios minoristas. Además, si se consigue un buen posicionamiento en buscadores, no será necesario realizar grandes inversiones en publicidad.

Por otro lado, el no estar en línea en un mundo cada vez más conectado es una gran desventaja. Para muchos, esto da una imagen poco profesional, además de reducir la competitividad de la empresa. En resumidas cuentas, tener una página web es todo ventajas para las empresas, y gracias a la facilidad de creación web actual, ya no hay excusa para no tener presencia en la red.

Fuente: Ideas PyMEs