Latino América Media: CLAVES PARA POTENCIAR EL VALOR AÑADIDO DE TU EMPRESA

miércoles, 2 de septiembre de 2015

CLAVES PARA POTENCIAR EL VALOR AÑADIDO DE TU EMPRESA

El valor añadido es uno de los elementos más importantes que una empresa tiene que definir dentro de su estrategia operativa, ya sea offline y online. Más que importante es crítico, ya que el valor añadido es el elemento que puede conseguir que un cliente se decante por los productos de nuestra empresa o por los de la competencia. Y en un momento de crisis como en el que estamos, no podemos permitir que esto ocurra, pues estos clientes es seguro que ya no van a volver a nosotros.

Mi definición personal del valor añadido siempre ha sido la misma: “Darle al cliente aquello que quiere y algo más, antes de que llegue a pedírnoslo“. Una definición sencilla, pero que entraña la complejidad de que toda empresa debería conocer al 100% las necesidades de sus clientes, cosa que muchas veces no es así.


Cada vez que realizo un proyecto de consultoría con alguna empresa, uno de los puntos por los que empiezo es ver cómo transmiten su valor añadido, es decir, cómo defienden su marca y se venden ellos mismos.

Hay cuestiones típicas como ¿Qué valor proporciona mi empresa / producto / servicio al cliente?, ¿Cómo beneficia a cliente mi producto / servicio? o ¿Qué necesidad del cliente satisfacemos?… Son preguntas muy importantes, sobre las que posteriormente me gusta añadir otras, en este caso más referidas al entorno online.

¿Cómo y de qué forma transmitimos el valor añadido en la web? ¿Lo percibe correctamente el cliente?, ¿genera un recuerdo positivo que le haga volver y comprarnos?.

Puede parecer una tontería pero no lo es. En la gran mayoría de las ocasiones las empresas saben cuál es su valor añadido, pero no  consiguen plasmarlo en su web (en texto), por lo que la información que lee y recibe el cliente no es la misma que quiere transmitir la empresa. Esta situación hace que la comunicación no sea efectiva y que el cliente se vaya a otra empresa, anulando en gran medida el recuerdo positivo que pueda tener de nosotros.

Por eso, dentro de la estrategia competitiva de la empresa, hay que definir perfectamente cuál es el valor añadido, situarlo en el contexto de la web de la empresa y finalmente evaluar si se transmite correctamente.

¿Y sobre qué puntos puede incidir el valor añadido?

Novedades, primicias o productos / servicios exclusivos
Mejora en la productividad o rendimiento a través del uso del producto o servicio
Especialización y/o adaptación del producto / servicio a las necesidades del cliente, ofreciendo de esta forma también un mayor valor a nivel sectorial que se puede extrapolar a otras empresas
Precio, un producto de igual calidad pero con menor coste. Ojo, trabajar sobre una estrategia de un precio más bajo es muy arriesgado en época de crisis, por lo que habrá que buscar un valor complementario.
Profesionalidad. La experiencia y relevancia de la marca puede ser el valor añadido en sí mismo. En este caso el precio pasa a un segundo plano en beneficio de la marca y del “trabajo bien hecho”.
Reducción de costes, si la compra de nuestros productos / servicios conlleva un beneficio del tipo de reducción de costes para el cliente. Es quizás uno de los mejores valores añadidos a presentar, fácil de trasmitir y por lo general el que mayor índice de fidelización presenta de los clientes hacia las marcas proveedoras.

Fuente: SocieTIC

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